Vanessa Show, quien fuera la primera vedette trans del país, falleció esta tarde. La noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Actores a través de su cuenta de Twitter.
"Despedimos con profundo pesar a nuestra afiliada, la actriz y vedette Vanessa Show. Fue una de las primeras artistas trans de nuestro país que alcanzó una gran popularidad y marcó el camino para futuras generaciones. Nuestras condolencias a sus seres queridos", expresó la agrupación.
Vanessa nació el 27 de septiembre en La Banda, Santiago del Estero. Fue la primera vedette, actriz, cantante y bailarina trans que triunfó a nivel internacional a partir de que comenzó su carrera en la década de los 70. A los 17 años debutó en el Teatro Maipo de la ciudad de Buenos Aires y también trabajó junto a grandes vedettes de esos años, como Nélida Roca y Nélida Lobato.
Luego, participó de numerosos espectáculos musicales y de revista como Corrientes esquina Champs Elysees, Pourquoi pas?, Las gatas calientes en el tejado del Corrientes, La revista del tercer sexo. Trabajó en la película Las píldoras con Darío Víttori y Susana Brunetti. Realizó una exitosa gira internacional, presentándose en Francia, España, Alemania, Suiza e Italia.
Fue perseguida y amenazada durante los años ´70, debiendo exiliarse en Europa. En los años 90 regresó al país, realizando numerosas presentaciones televisivas. Protagonizó el cortometraje Diva de Juan De Francesco y escribió sus memorias en el libro Es verdad.
Su nombre verdadero era José y comenzó como ayudante de cocina. Llegó a ser jefe de cocina y empezó a estudiar danza hasta que logró trabajar en el teatro Maipo.
También en su autobiografía, Vannesa relató sus problemas durante los gobiernos militares. “Siempre me llevaban presa de la nada, donde querían. Por eso me fui a vivir a Europa. Trabajé en Roma, Génova y París”, aseguró.
De esta manera, Show fue construyendo una carrera artística y pasó por el teatro, el cine y la televisión. “Amo a la Argentina, aunque solo me dio la nacionalidad. Lo que gané, lo gané afuera, pero invertí en mi país”, destacó.
“Mi familia tenía dinero. Pero las familias de antes, te daban una paliza para matarte. Nunca quise a mi padre. Cuando me besaba, me limpiaba la cara. Yo intuía que le pegaba a mamá. Un día estaba dormido y le gatillé el revólver en la boca. Si hubiese salido el tiro, no me hubiera arrepentido”, confesó por aquella época donde su libro fue un descargo de todas las situaciones difíciles que vivió en su infancia.